Excesos del Bicentenario


Ya comenzó la cuenta regresiva. Falta un año para el Bicentenario… pero… ¿el Bicentenario de qué?. ¿Qué se festeja? No es la Independencia, que fue en 1816, sino la formación del primer gobierno patrio. Lejos estaban de imaginar los prohombres de Mayo que ese gesto liminar de la Revolución de Mayo iba a ser la excusa, doscientos años después, para la creación de innumerables organismos, fundaciones, instituciones, programas y comisiones, con funciones y objetivos superpuestos y poco claros, con un exceso de burocracia y figuración.
Como todo en Internet, podemos empezar en Google: en un abrir y cerrar de ojos (no más de 0,07 segundos) aparecen 20.100.000 resultados de la búsqueda de la palabra Bicentenario. Algún descolgado podrá escribir Vicentenario… ¡y aparecerán 3600 entradas más!
El primer organismo oficial es el Comité Permanente del Bicentenario de la Revolución de Mayo 1810-2010, que tiene la misión de “realizar obras, fijar metas y crear conciencia ciudadana de cara al Bicentenario”. Lo primero incorrecto es el nombre, ya que si está referido estrictamente al Bicentenario no puede llamarse Comité Permanente. Como lo indica su propio nombre, al día siguiente de la fecha que se celebra, el comité dejará de existir, por lo que no será permanente.
Por otra parte, el comité –bien burocrático y formal- va en contra del espíritu de la Revolución de Mayo, que como toda revolución tenía la finalidad de revertir el orden establecido. En su homenaje, curiosamente, se formó un organismo formal y burocrático.
El Bicentenario también ha producido una revolución inmobiliaria, al instalarse la Casa del Bicentenario, en Riobamba y Paraguay, en un edificio de cuatro pisos y subsuelo, bien ubicado, confortable, luminoso, dependencia de servicio, en fin… lo que no pudimos averiguar cuál es el precio del alquiler…
El Bicentenario también es motivo para que el Gobierno ofrezca becas a estudiantes universitarios, destinadas a promover las carreras científicas y técnicas. Como deducción lógica, las Becas del Bicentenario se conceden en adhesión a los 200 años de la Revolución de Mayo. ¿Para las próximas becas habrá que esperar otros doscientos años? ¿O se concederán en ocasión de otros bicentenarios, como el de la Independencia, el de Manuel Belgrano, el del Himno u otro que surja en los próximos años.
El gobierno porteño, en tanto, reunió una multitud en la celebración del puntapié inicial del Bicentenario. Fue el domingo último, a la noche, con el espectáculo Punto de Encuentro, un recital de artistas y bandas que interpretaron canciones patrias con ritmos variados y movedizos. Por ejemplo, el Himno a Sarmiento en versión cumbia; Aurora, en ritmo de tango, y la Marcha de San Lorenzo, con pasos firmes pero melódicos.
Las universidades nacionales y privadas, el portal Educ.ar, el Colegio Nacional de Buenos Aires, el plan estratégico del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Colegio de Abogados, el programa Escuelas del Bicentenario, la Secretaría de Turismo y varias instituciones culturales que han constituido comisiones especiales, muestras, jornadas y cursos, no paran de organizar actos en ocasión del Bicentenario. Incluso los países vecinos tienen sus propios Bicentenarios. Ya el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov recibió en 1976 el encargo de escribir el cuento El Hombre Bicentenario, en coincidencia con el segundo centenario de la independencia de los Estados Unidos. Ideó, así, el relato de un robot que, al mejor estilo Pinocho, quería ser hombre. El actor Robin Williams protagonizó la película en 1999 y corremos el riesgo de verla en cualquier momento en algún canal de TV.
No crea, amigo mío, que todo este exceso concluirá el 25 de Mayo de 2010. Todos prolongarán su actividad y su obsesión por aparecer en los medios hasta el Bicentenario de 2016. Muchos seguirán facturando...
Por esto, no se preocupe. El vértigo todavía no empezó. Tómese un respiro, trague saliva y resígnese, que tenemos Bicentenario para rato.

Alberto Domal (n.d.)

Oda a la TV


¡Oh color!, tú que alumbraste
la palida programación
de nuestra televisión
que siempre fue pobre y asqueante;
sin pensar colaboraste
a que la gran mayoría
de la población argentina
no vaya para adelante
y retroceda en demasía.

¿Por qué tanta algarabía
si antes también se podía
encender el aparato
y observar, después de un rato,
cómo la Mirtha almorzaba,
la tele nos informaba
y Neustadt interrumpía
con comentarios que hacía
siempre en favor del Gobierno,
cualquiera fuera el que estaba.
¡Oh color!, tú que trajiste
tan magno brillo que viste
la siempre oscura pantalla,
que trae a nuestros hogares
el drama que te emociona,
la violencia que desmaya,
el fútbol que conmociona,
también el show que deslumbra.
¡Oh, TV! no tenés dueño,
vale todo en tus programas,
sin movernos de la cama
bailamos todos por un sueño;
Marcelo, mientras, se ríe
y en medio de tanto alboroto
embolsa unos cuantos millones:
¡Qué buenos los productores
ellos piensan por nosotros!

Mas siempre la misma penumbra
nuestra TV rodeará,
no le pida pensamiento
ni le exija calidad:
por más cosas que le agregue
será siempre, no lo niegue,
¡una gran calamidad!

Camiones Voladores





Es increible la modernidad! Ya existen los "camiones voladores" ¿pero antes que los "camiones voladores" no tendrían que fabricar los "autos voladores"? pues si no creen en esto fijense en las fotos sacadas en la esquina de Austria y Las Heras. El camión despegó sus ruedas delanteras del piso y está a punto de levantar vuelo. Las cosas ya no son como en el siglo I, porque ahora por lo menos hay autos.
Armando Esteban Quito

Solidaridad - Inseguridad
















La ola de inseguridad llegó a límites increíbles.

La familia Gutiérrez fue víctima de un asalto. Como lo muestra la imagen de arriba, les robaron la carrocería del auto, por lo que piden públicamente a los delincuentes que le devuelvan en forma urgente el armazón del coche, ya que la falta del mismo les impedirá salir de vacaciones o de paseo en un día de lluvia.
En la otra foto, los ladrones llevándose la carrocería.

Sello de identidad



Esta es la portada del N° 1 de la revista Yo (enero 1978), que ofrecía a los lectores una amplia nota de investigación sobre la "vieja podrida".
En su interior, la revista explicaba en un prólogo el ideario y el compromiso con sus lectores, además de consejos oportunos, chistes y notas de actualidad, que iremos rescatando de nuestro archivo.

Amigos II

La primera revista Yo vio la luz el 24 de enero de 1978 y se prolongó luego en sucesivas ediciones, matizadas con un poco de música y una dosis de buen humor. O una buena dosis de humor, que nunca sobra, particularmente en este mundo de hoy. Que no es lo mismo que una sobredosis... particularmente en este mundo de hoy. En definitiva, una revista muy actual.
Para quienes nunca la tuvieron en sus manos, se trata de una publicación hecha por un puñado de adolescentes y jóvenes, a pulmón y en forma absoluta casera (se hacía en casa), con la frescura de aquellos años. Para quienes sí tuvieron el privilegio de tenerla en sus manos ... y pasarla... también se trataba de eso.
Ahora pretendemos reactivarla, un poco más refrescados y renovados. Pero refrescados!
Poco a poco acompañaremos le versión bloggeada de Yo con reseñas de antiguas notas y la presentación de los afamados redactores.

Alberto Domal, n.d.

Dale yo porque yo soy yo

Amigos:
En esta era digital hemos resuelto reactivar el sitio Dale Yo, que nació mucho antes que Internet. Es un sitio de humor y buenas ideas, que vio la luz en enero de 1978, cuando salió el primer número de la revista Yo.
¿Se acuerdan? La revista era una excusa para pasarla bien y reirse un poco. Como teniamos un solo ejemplar, al final terminábamos con la consigna pasarla un poco y reirse ... bien, gracias.
No eran tiempos de Internet, ni twitter, ni USB, ni blogs, ni fax, ni Lost, ni otros monosílabos del siglo XXI. Pero nos sentíamos modernos, con nuestra máquina de escribir cuya marca quedó en el olvido y que tenía serios problemas con la tecla P.
Estamos abiertos a recibir inquietudes, propuestas, ideas, saludos, y por qué no, financiación. Dejamos, por eso, la puerta abierta y la mano tendida.
Que lo disfruten y ayuden a todos a disfrutarlo.

Alberto Domal, nuestro director.